La vitrificación, es una técnica de reproducción asistida que ha pasado de ser experimental a ponerse en practica en un mayor número de casos y de clínicas. En Estudio Médico Navarro la llevamos a cabo con resultados excelentes.
La maternidad en nuestro país cada vez se retrasa más llegando a alcanzar los 30.6 años de media. Este hecho hace que estemos a la cola en temas de fertilidad respecto al resto de países europeos.
Para poder enmendar esta solución, los expertos recomiendan vitrificar los óvulos para poder realizar la fecundación in vitro.
¿Cómo se vitrifican los óvulos y/embriones?
Al igual que el esperma, la congelación de óvulos o embriones logra la conservación óptima para su implantación, esté próxima o no. El proceso de vitrificación es lento, pero con él se garantiza evitar la formación de cristales en las estructuras celulares.
¿Qué opción elegir?
No hay una opción universal, variará en función de la situación entre otros factores. Vamos a desgranar a continuación en que consiste cada una de estas opciones;
- Vitrificación de óvulos.
Permite preservar la fertilidad el tiempo necesario hasta que finalmente quiera ser madre. Las tasas de supervivencias del óvulo son elevadas ya que van desde el 90 al 95% dependiendo de la edad del paciente.
No existe un tiempo límite para su utilización por lo que el riesgo es menor y permite a mujeres sin pareja estable o incluso a una mujer de 50 años poder plantearse la opción de ser madre.
- Vitrificación de embriones.
Es un tratamiento más cómodo y sencillo a la par que económico. Mantienen la misma tasa de supervivencia que en el anterior caso (90%). ¿La diferencia?, significa un paso más hacia el embarazo con tu pareja.
Si lo comparamos con la vitrificación de óvulos, aún faltarían completar la fecundación y el cultivo embrionario.
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