La bolsa donde se encuentran los bebes durante el embarazo está llena de líquido Amniótico. Las paredes de esta bolsa se conocen con el nombre de Membranas Ovulares o Membranas Amnióticas. Esta bolsa se debe romper a dar comienzo el proceso del parto o durante el mismo. Se puede romper de forma natural o provocando la rotura. En caso de que la bolsa se rompa antes de estos casos, estamos ante lo que se conoce como rotura prematura de membranas RPM.
Esta rotura prematura la experimentan 1 de cada 10 embarazadas. ¿Sabemos por qué sucede?El motivo de esta rotura no tiene un factor concreto, pero la edad gestacional en la que tiene lugar puede darnos algunas pautas del motivo por el que se produce.
Cuando la RPM se produce antes de llegar a término el embarazo podemos citar la infección intraamniótica como el principal motivo de esta rotura prematura. Esta infección la padecen entre un 30 y 60% de las pacientes y más aún cuando las edades gestacionales son tempranas.
Cuando se produce la RPM tiene lugar una pérdida de líquido por la vagina que puede ser lenta o más acelerada en forma de chorro. En la mayoría de los casos, cuando la pérdida de líquido se genera poco a poco, se suele confundir con orina. Como recomendación para saber identificar la pérdida de líquido, se puede utilizar un protector para ver el color de líquido que estamos perdiendo, su color (el líquido amniótico no tiene) incluso su olor, ya que no huele como la orina.
¿Se puede diagnosticar?
El diagnóstico de la RPM se basa en la historia clínica de la embarazada, junto con el análisis de la pérdida de líquido que se evidencia tras colocar el espéculo. El tacto vaginal no está recomendado en esta ocasión, puede evitarse en caso de que la futura mamá no tenga contracciones.
En caso de experimentar la pérdida de líquido, ante la duda, es importante que nos pongamos en contacto con nuestro especialista para que nos indique cómo debemos actuar.
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