Esta semana ha dado comienzo el verano, sin duda una de las etapas más alegres y maravillosas del año. Sin embargo, teniendo un bebé o niños pequeños en casa, debemos extremar las precauciones durante estos meses de exposición solar y altas temperaturas.
Descubre diez cuidados básicos para este verano
- Hidratación: Los bebés son vulnerables a la deshidratación debido a que la proporción de agua en su cuerpo es mayor. Una excesiva pérdida de líquidos podría tener graves consecuencias para su organismo, por eso es necesario aumentar las tomas en el caso de los lactantes y ofrecerle agua mineral en el caso de que tome biberón.
- Jugar al aire libre: El buen tiempo que nos ofrece el verano es propicio a disfrutar con los más pequeños de juegos al aire libre y, por supuesto, siempre a la sombra. Así aprenden, se desarrollan y divierten en un espacio más natural. Además, la exposición al sol con precaución es una fantástica fuente de Vitamina D para ellos.
- Extremar la seguridad: Principalmente en el agua, ya que «niños y agua» es una combinación muy peligrosa que siempre SIEMPRE necesita de una gran supervisión. Los bebés y los niños no deben quedarse nunca sin vigilancia en las piscinas y playas. Del mismo modo, también hay que tener en cuenta los riesgos de los manguitos, los flotadores y demás juguetes hinchables.
- Flexibilizar las rutinas: El verano y las vacaciones son el momento perfecto para flexibilizar un poco las rutinas y así disfrutar todos por igual, que no pasa nada porque la hora de la siesta o del baño no sea la misma durante esos días.
- Protección solar: Este punto es muy importante. La piel de los bebés es extremadamente sensible, por eso es imprescindible protegerlo con sombreros, gafas de sol, ropa fresca y transpirable y, como no, protección solar de alto factor (lo ideal es entre 30 y 50).
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